El adios de dos iconos del sentimiento madridista

La mañana de ayer -en realidad eran las dos de la tarde-, cuando mi madre llegó de desayunar por ahí y me despertó, me levanté con una noticia que, aunque se veía venir desde hace algún tiempo por las continuas declaraciones del protagonista, incluso desde hace varios veranos, no podía creer hasta que se confirmase completamente. Guti abandona el Real Madrid tras quince temporadas siendo, tanto en las buenas como en las malas, uno de los símbolos del equipo que le vio nacer como futbolista.

Guti se va del Madrid. Por muchas veces que lo repita, no dejará de sonarme extraño. ¿Quién se imagina al '14' de Torrejón disputando partidos con una camiseta que no sea blanca? Guti. Ese futbolista capaz de sembrar amor y odio a partes iguales por donde quiera que pise. Ese hombre capaz de solucionar partidos con pases imposibles que solo existen en su mente y que podían atravesar en pocos segundos una línea de cinco defensas perfectamente situados. Y Guti. Ese futbolista capaz de borrarse de un partido para librarse de la monumental bronca de ochenta mil personas tras caer en los cuartos de final de la Champions ante un rival como el Mónaco. Todo esto quedará atrás y será difícil, si no imposible, en todos los aspectos, encontrar otro como él. Guti es una leyenda del madridismo que limitó sus capacidades al ritmo de una actitud macarrilla que no supo controlar en determinadas situaciones.

Y esta mañana -hace un ratito-, al entrar de nuevo en la edición digitial del diario Marca, me he topado con otra noticia que es, cuanto menos, histórica. Raúl también se marcha de la entidad merengue, del conjunto del que siempre fue emblema desde que Jorge Valdano le hiciese debutar con diecisiete años y en el que lo ha ganado todo, excepto la Copa del Rey -para él, maldito 'Centenariazo'-. Casi nada se le ha resistido a Raúl a nivel de clubes y, además, ha dejado la huella de un señor futbolista que ha tenido siempre por bandera el juego limpio y la deportividad y el honor de decir que jamás ha sido expulsado de un terreno de juego.

Paradójicamente, Raúl y Guti se van del Madrid al mismo tiempo. Ambos sin ganar ningún título en su última campaña de blanco, algo que no refleja la gloriosa etapa que cierran en el día de hoy, cuando dejan para siempre la casa blanca para terminar su carrera en algún sitio donde puedan hacer lo que mejor saben: jugar al fútbol. Paradójicamente también, Raúl disputó su último encuentro en La Romareda, el estadio que fue testigo de su debut con el primer equipo. Raúl lo ha sido todo en el Real Madrid y aunque su rendimiento fuese en un claro descenso desde después de la Eurocopa de Portugal en 2004, no será recordado por estas últimas campañas en las que parecía costarle correr y chutar, aunque no dejase de hacerlo en ningún momento. El no haber ganado nada con la selección será siempre su espinita, su cuenta pendiente, aparte de un Balón de Oro que Owen le arrebató en 2001 después de que el '7' hubiese completado una temporada de ensueño.

De esta forma se despiden dos genios, dos hombres que lo han sido todo en el Real Madrid. En el caso de Guti, siempre tapado por su ya mencionada irregular actitud que le llevó a ser odiadio incluso por un sector de su propia afición. Ya sólo queda desearles que el mundo del fútbol siga maravillándose con los últimos años de fútbol de Raúl González y de José María Gutiérrez. Y esperamos que así sea.

Vencimos en la batalla más sangrienta (Holanda 0-1 España)

Somos campeones del mundo. La selección española, la de fútbol, la que siempre vio a las grandes selecciones un escalón por encima, la que nunca tuvo la calidad, o la suerte, de conseguir lo que en todos los deportes se ha conseguido, se coronó ayer reina del planeta. El mundo entero, además de reconocernos campeones, quedó asombrado con el juego de España en un Mundial en el que somos los justos vencedores, a pesar de la actuación de Webb, el árbitro de la final, que fue la pura vergüenza de un partido en el que solo nosotros quisimos jugar al fútbol. Todo lo demás fueron fallos y lucha libre. Aunque, para vergüenza, el juego de Holanda. Una selección que, habiendo perdido dos finales anteriormente, siempre se había caracterizado por tratar el balón con el máximo cariño y conseguir los buenos resultados con el fútbol bello como receta infalible. Rectifico hoy, por lo que dije de que un Holanda - España era la final más justa. El Mundial debió haber acabado en aquella semifinal con Alemania, donde los teutones, pese a la derrota, quisieron jugar al fútbol, aunque no pudieron.

Lo que fue el encuentro podría resumirse en una historia muy sencilla: once guerreros lucharon por un objetivo sin hacer daño a nadie y se vieron trabados por la violencia de un ejército naranja que no buscó ese objetivo. Mejor dicho, lo buscó, pero no sin antes matar a los once primeros guerreros. Algo así pasó ayer. Solo hay que fijarse en la ¿entrada? de De Jong a Xabi Alonso que pudo haberlo dejado en el sitio. Una locura lo de una Holanda desconocida que solo buscó destruir a España para aprovechar algún error defensivo y hacerse con una copa que, de habérsela llevado, hubiese sido la final más injusta de la historia del fútbol. Para colmo, Sneijder tiene la cara dura de decir que el colegiado les robó el partido. ¿Se puede demostrar más mal perder e impotencia?

Ahora, recuerdo la portada del diario Marca del 28 de junio de 2006, un día después de que Francia nos apeara del Mundial de Alemania sin llegar ni siquiera a los cuartos de final. En aquel titular aparecía la foto de un niño español llorando, a la que acompañaba una frase que decía: "No llores. Tenemos equipo y volveremos". Y efectivamente, así fue. Primero con la Eurocopa, y más tarde esta copa del mundo de la que creía que nunca seríamos vencedores. Si esto no se repite, podré decir que yo pertenezco a la generación que vi jugar a la mejor generación -valga la redundancia- de futbolistas españoles de la historia. Que al igual que vi a Al Gandhour robarnos en 2002 o a Portugal eliminarnos en la fase de grupos de la Euro 2004, yo presencié la doble victoria española, en Europa y en el mundo. Y ahora, que siga la fiesta, que somos campeones. Por fin hemos vengado el codazo de Tasotti, o los fallos de Cardeñosa y de Salinas. O, como he dicho antes, el escándalo de Corea, y todo esto lo hemos vengado al ritmo de un derechazo de un hombrecillo de Fuentealbilla que soñó desde niño con esto, y que ayer se convirtió en realidad. Un derechazo que toda España gritó al unísono y que desató el júbilo de más de cuarenta millones de personas. Nuestra primera estrella ya duerme sobre el escudo de nuestro país.

La final más justa (2º Semifinal, Alemania 0 - 1 España)

Ayer a las 20:30 de la tarde, el tiempo se detuvo en España. Las calles se quedaron desiertas en pocos segundos y ni siquiera el ruido del motor de un coche acompañaba el calor veraniego. Ayer, a las 20:30 de la tarde, el país entero se metió en sus hogares para asistir, vía televisiva, a la cita mundialista en la que España podía hacer historia, y el único murmullo que se escuchaba en la tarde/noche eran los "uuuy" de los vecinos -y sobre todo, del bar de abajo de mi casa- cuando España fallaba alguna ocasión. El cuento terminó en final feliz, como no podía ser de otro modo, y España jugará la final ante el otro equipo que más se lo ha merecido: Holanda.

Porque lo de España ayer fue un baño sin precedentes. Las ganas de venganza de los alemanes por aquella final de Viena en 2008 se quedaron únicamente en eso y no pudieron hacer frente a un vendaval español que hizo y deshizo a su antojo, eso sí, no sin llevarse dos o tres sustitos por los que a más de uno podía haberle dado un ataque al corazón. La apuesta de Del Bosque por Pedrito salió bien y el canario se mostró con muchísima voluntad y además, aportó peligro en el ataque. Mala suerte que su actuación quedara algo truncada por su última acción, en la que podía haber hecho el gol de la tranquilidad, y pecó de principiante. Sin embargo, hay que quitarse el sombrero con el del Barça, que cumplió con creces.

Villa se mostró algo cansado, pues no paró de correr y presionar en todo el partido, y este cansancio se le sumó a la fatiga por haber disputado todos los encuentros. Realmente, no hubo nadie que se saliese del tiesto. Desde Casillas, que tuvo que intervenir cuatro veces, si acaso, hasta Villa, pasando por un correctísimo Ramos, un sensacional Iniesta, un Xavi que mostró una gran versión, aunque para mí, sin alcanzar la que enseñó en la Euro; o un Busquets que se ha asentado y que en un futuro puede llegar a ser el líder del Barça y de la selección. Personalmente pienso que la nota negativa la puso Fernando Torres, que, al margen de no estar en su mejor momento, parecía conformarse con un 0-1 que en cualquier momento podía volverse en nuestra contra. Muy desganado, el de Fuenlabrada, el polo opuesto a Villa, que como ya he señalado, se dejó el pellejo en el terreno de juego. Puyol, además de ser infranqueable junto a Piqué -este segundo, el mejor central de la competición-, tuvo la suerte de ser el que diera la victoria con un tanto antológico.

En definitiva, un partido de ensueño que acabó en una justa victoria española y que pasará a la historia como la primera vez que superamos unas semifinales y que, por consiguiente, disputamos una final del torneo más importante de la historia del fútbol.

DOMINGO, 20:30 HORAS, JOHANNESBURGO. HOLANDA - ESPAÑA

HEMOS PASADO DE CUARTOS (España 1 - 0 Paraguay)

Sólo ocho cosas.

- Cuando Casillas tiene que estar, está.

- Ayer por poco me da un infarto.

- Si se pitaran todos los penaltis como el de Piqué, los marcadores de fútbol serían como los de baloncesto.

- Qué malos son los árbitros, no sé por qué tiene que haber árbitros de todo el mundo. Si son malos, son malos.

- El Guaje es el mejor delantero del torneo.

- Es imposible que Torres tome la forma en un Mundial, que son cuatro partidos de nada.

- Seguimos haciendo historia.

- A ponerse las pilas, que viene Alemania.

R.I.P. Brasil (Cuartos de final, Holanda 2 - 1 Brasil)

Habiendo vuelto de unas increíbles vacaciones en Salou y con la cabeza llena de recuerdos inolvidables, dejo a un lado el descanso del que he disfrutado para centrarme de nuevo en la actualidad futbolística, que no es otra que el Mundial de Sudáfrica y hoy, más concretamente, la eliminación de Brasil ayer en cuartos de final frente a Holanda.

Porque Brasil en este Mundial no se había mostrado la selección que siempre había deleitado al mundo entero con su magia. Este año, la mano de Dunga, al igual que ocurriese en la Copa América de Venezuela en 2007, se ha hecho notar dando más importancia a una defensa inapelable que a un ataque insistente. Simplemente, aprovechaban las pocas ocasiones que tenían para matar a sus víctimas a la contra. Eso sí, se denotaba una inmensa calidad arriba, sobre todo por parte de Robinho.

Los cariocas supieron adelantarse con un gol de Robinho en el que la culpa estuvo claramente en un clamoroso fallo de Heitinga al adelantarse como cinco metros buscando el balón y dejando un hueco que el ex-madridista supo aprovechar a la perfección. Fue entonces cuando pensé que Holanda estaba perdida ya que la zaga brasileña se mostraba increíblemente férrea y siempre defendía con cinco o más hombres. Pero la suerte acompañó a los tulipanes en una jugada que ni ellos mismos se esperaban que acabase en gol y que Julio César recordará toda su vida. Entonces Holanda vio una luz al final del túnel y en un córner Sneijder culminó una gran jugada ensayada que firmó el 2-1 final. De esta manera Brasil comenzó a perder los nervios, al no estar acostumbrado a ir por debajo, con acciones como la patadita de Alves a Van Bommel que el colegiado no vio, la expulsión de Felipe Melo o la visible tensión de Robinho reclamando a Robben que no se tirara al suelo cuando realmente se había cometido una infracción.

Así, Brasil se queda fuera de nuevo en cuartos de final, de la misma manera que en 2006, solo que ese año el verdugo fue la Francia de Zidane y un gol de Henry acompañado de una monumental caraja de Roberto Carlos en el marcaje. Dunga se va y esperemos, por el bien del fútbol, que con él se vaya también su estilo tosco, aburrido y oportunista.

Lo que será hoy en el Mundial

Cuartos de final  /  Alemania - Argentina  (16:00 h, Canal + Liga)

Cuartos de final  /  España - Paraguay  (20:30, Telecinco)

Descansito

Esta noche a las 6:00 cogeré un tren para Sevilla, y de ahí un avión para Barcelona, desde donde tomaré otro autobús para Salou. Todo esto, acompañado de las dos clases de cuarto de eso. Nos vamos como viaje de fin de curso. Volveré el 2 de julio para hablar de una España que por lo menos esté en cuartos de final. Hasta entonces, un abrazo a todos.

Sobre autoconfianzas y hecatombes

El partido de España era, más allá de una simple victoria por cuantos más goles mejor ante un rival infinitamente inferior que está de paso en este Mundial como es Honduras, un punto de apoyo, de inflexión, un exámen de selectividad para saber si lo de Suiza fue un simple tropiezo o era el comienzo de un desastre tan inesperado como vergonzoso. España cumplió ayer venciendo por 2-0 y se inyectó una dosis importante de autoconfianza. Para colmo, ayudó la victoria de Chile ante Suiza y ahora dependemos de nosotros mismos para entrar en octavos, e incluso para ser primeros de grupo.

España ayer supo a qué jugar. No fue esa selección de la primera jornada en la que, como ya dije, intentó meterse con el balón en la portería. Tocó, manejó y dominó. Además tiró a puerta, muchas veces, unas con más peligro, otras con menos, pero tiró. Villa estuvo enchufadísimo y trajo de cabeza a la zaga hondureña en todo momento. Torres demostró que no está en su mejor momento y se mostró más fallón que nunca, incluso cuando a Sergio Ramos le salían centros medidos -que ya es raro-. Personalmente, pienso que lo más débil es la defensa. Ojo, que aquí ocurre algo extraño. Puyol y Piqué, individualmente, estuvieron correctísimos, sin ningún despiste. Sergio Ramos también estuvo bien tanto atrás como alante y Capdevila fue quizás el que estuvo más flojo. Pero a pesar de ello, no sé si serán fallos de colocación o de compenetración, los hondureños se colaron más de una vez con balones largos que deshacían la defensa en pocos segundos. En resumen, en la portería suficiente -Casillas tuvo poco trabajo, pero una que tuvo casi cuesta un disgusto- en defensa mejorable, en el centro del campo notable y arriba sobresaliente, quitando a Torres. En un último apunte diría que Navas puede servir mejor de revulsivo que no desde el inicio. España gana y desaparecen los fantasmas de Suiza. Ahora, todo es optimismo.

La otra cara de la moneda ha estado hoy, en el último partido de la anfitriona y en el último de una selección francesa sumida en un caos interminable. No he visto el partido y sólo hablo aquí para recalcar lo triste que ha llegado a ser este Mundial para los galos. Primero, Domenech en el banquillo, al que todo el mundo tenía en el punto de mira incluso antes de empezar. Luego, el empate sin goles del debut ante Uruguay. Más tarde, la vergonzosa derrota por 0-2 frente a México. Luego, la rajada de Anelka mandando a su seleccionador a freír espárragos. Después, el traidor del vestuario, y por último, ésta derrota que no hace sino aumentar la gran crisis que vive el fútbol francés a día de hoy. Sin duda, una hecatombe de la que saldrá, en primer lugar, Raymon Domenech. Y a ver quién más.

Lo que ha sido hoy en el Mundial:

Grupo A  /  México 0 - 1 Uruguay

Grupo A  /  Francia 1 - 2 Sudáfrica

Grupo B  /  Nigeria 2 - 2 Corea del Sur

Grupo B  /  Grecia 0 - 2 Argetina

Clasificación final grupo A

1º Uruguay     7 puntos

2º México       4 puntos

3º Sudáfrica   4 puntos

4º Francia      1 punto

Clasificación final grupo B

1º Argentina        9 puntos

2º Corea del Sur  4 puntos

3º Grecia             3 puntos

4º Nigeria            1 punto

Lo que será mañana en el Mundial

Grupo C  /  Eslovenia - Inglaterra (16:00, Canal + Liga)

Grupo C  /  EEUU - Argelia (16:00, Canal + Liga)

Grupo D  /  Ghana - Alemania (20:30, Cuatro y Canal + Liga)

Grupo D  /  Australia - Serbia (20:30, Canal + Liga)

Goleadas con sabor amargo

El de ayer, el que podía haber sido el día del regreso del Betis a primera y la permanencia del Cádiz en segunda, terminó convirtiéndose en una jornada para el olvido para ambas aficiones y para los que apoyan el fútbol andaluz en general. Sendos equipos contaban con la ventaja de jugar contra dos clubes que ya no se jugaban nada. El Betis recibía al ya ascendido Levante y el Cádiz, a un Numancia que se salvó de la quema hace varias jornadas. Sin embargo, contaban con la desventaja -y esto tenía más peso que lo de jugar contra quienes no le importaba ganar o perder, sin tener en cuenta las primas- de no depender de ellos mismos y ésto terminó costándoles caro.

Los seguidores que llenaban absolutamente el Ruiz de Lopera y el Ramón de Carranza, contando desde antes de comenzar el partido con una victoria de su equipo, permanecieron mucho más pendientes de la radio que de lo que ocurría en el estadio. El Betis esperaba un pinchazo del Hércules y el Cádiz, al menos, dos pinchazos de los cinco posibles que podían darse. El Hércules marcó pronto y el Betis, a pesar de terminar el encuentro cuatro tantos por encima del Levante, se olía desde un principio que sería muy pero que muy difícil una remontada de la Real Unión, que también se jugaba, aunque de manera mucho más remota, permanecer en segunda.

Ganaron Las Palmas, el Huesca, el Salamanca y el Albacete. Ya cumplieron cuatro y por muchos goles que metiera el Cádiz, nadie podía librarlos del infierno. Terminaron todos los encuentros y en Cádiz reclamaban la poca profesionalidad de los futbolistas del Cartagena que fueron derrotados a domicilio por 0-4 ante el Albacete. Ya se conocen las cosas tan extrañas que suceden en la última jornada, con el tema de las primas y la compra-venta de partidos. Una verdadera lástima, por lo menos para mí, que siempre me gusta confiar en la profesionalidad de los equipos.

De ésta manera el Betis se queda un año más en segunda, y el Cádiz desciende a Segunda B un año después de conseguir el ascenso al fútbol profesional, el mismo año del centenario y justo cinco años después de conseguir el ascenso a primera en Chapín -aunque nombre este hecho, no me gusta hacerlo, sinceramente-, por paradojas del destino. La goleada no sirvió de nada y todo se transformó en una dramática pesadilla de la que espero salgan pronto, porque aunque sea xerecista, no soy de esos que prefieren desgracias amarillas antes que triunfos azulinos, lo que pienso que es una auténtica estupidez. Aunque para dramático, el descenso del Murcia, que fue ganando todo el partido 0-1 ante el Girona y por consiguiente mandándolo a Segunda B, pero que en el último minuto hizo un claro penalti que le costó la categoría. Para colmo el portero lo detuvo y metió el rebote. ¿No es para llorar?

Pd.- No sé si será cierto del todo, pero ayer mi padre me contó que para el año que viene en segunda división solo ascienden directamente el primero y el segundo. El tercero jugará a doble partido con el sexto, y el cuarto con el quinto. Los que ganen de esos partidos jugarán entre ellos y el vencedor de esa especie de liguilla será el que ascienda a primera. Lo que yo me pregunto es que quién es el tarugo que inventa estas cosas.

Irremediablemente favoritos (Fase final, España 0 - 1 Suiza)

Que podía pasar, porque como todas las cosas de esta vida, estaba en los subconscientes de todos los seguidores españoles, incluso de todas las personas que gustan del Mundial. Pero sólo en los subconscientes. Hemos de recordar que el subconsciente es el estado mental que es débilmente consciente, que no podemos controlar y que actúa por instinto sin que nosotros podamos evitarlo. En nuestra conciencia absoluta, estábamos completamente convencidos de que empezaríamos la competición vapuleando literalmente a una selección realmente inferior a la española. O por lo menos, ganando. Nada de esto se cumplió, ni tan solo un triste empate que hubiese supuesto el mismo estado de desconcierto que se vive hoy en torno a la roja.

Todas las apuestas vaticinaban victorias españolas por uno o por más goles. Aquel iluso que tuviese ahorrado mucho dinero pero no una idea clara para gastárselo y que apostó ayer por Suiza se habrá regocijado en su propio gozo. Más improbable no podía ser. Enfrente estaba todo un bicampeón de Europa como lo es Otmar Hitzfeld, pero enfrente de este último se encontraba otro bicampeón como Del Bosque y una escuadra plagada de futbolistas que cobran fácilmente el triple o el cuádruple que cualquier suizo, y no jugando mal al fútbol precisamente. Ayer, España se atascó ella solita, si bien Suiza supo ayudar a que este atasco se prolongara hasta el pitido final.

Porque bien es cierto que Del Bosque estuvo torpe en los movimientos del banquillo, que debió meter dos delanteros desde un principio y luego darle la oportunidad a un futbolista decisivio como Llorente, que Suiza supo ahogar a Villa, a Xavi Alonso, a Busquets o a Xavi, que el único tanto fue un cúmulo de infortunios -para colmo era fuera de juego, como para verlo- y que estrellamos un zambombazo al larguero -ellos también lo hicieron-. Pero para mí, por mucho que digan los futbolistas que eso de que son favoritos son simples habladurías, ellos mismos han terminado creyéndoselo. El equipo del tiki-taka, el que mejor mueve la pelota, el que tiene a los mejores centrocampistas, el del mejor portero del mundo y el gran campeón de Europa. Ayer España se dedicó a intentar no sólo meterse con el balón en la portería, sino a meterse los once futbolistas con el balón dentro de la portería. ¿Tiene sentido que Villa, después de dejar sentado a un defensor suizo, en vez de reventar la portería pretenda buscar a alguien que nunca entró por el otro lado del área con una cuchara que terminó saliendo por línea de fondo? Al final fue Navas el que más peligro llevó, pero no fue suficiente.

Toque de atención para los chicos, que sin darse cuenta se han asfixiado en el jogo-bonito en un Mundial y para colmo éste no ha dado resultado. Primero materializar, luego, ya discutiremos las demás opciones, como dijese un tal Bill Shankly. Ayer se abusó del rol de ser campeones de Europa y terminó saliendo el tiro por la culata. Ahora ya hemos perdido el margen de error y solo queda ganar. Estaría bueno que no llegásemos ni a octavos, algo que ya no está en los subconscientes, sino en las conciencias absolutas.

Lo que fue ayer en el Mundial:

Grupo H  /  Honduras 0 - 1 Chile

Grupo H  /  España 0 - 1 Suiza

Grupo A  /  Sudáfrica 0 - 3 Uruguay

Lo que ha sido, está siendo y será hoy en el Mundial:

Grupo B  /  Argentina 4 - 1 Corea del Sur

Grupo B  /  Grecia 1 - 1 Nigeria  (En juego, 16:00 h, Canal + Liga)

Grupo A  /  Francia - México  (20:30 h, Cuatro y Canal + Liga)

Brasil dosifica fuerzas (Fase final, Brasil 2 - 1 Corea del Norte)

Nunca hay que sacar conclusiones después del primer encuentro que juega una selección en una competición tan engañosa como un Mundial. Es muy temprano y ya he leído en diversos foros de diarios digitales a gente hablar de castañazo de Mundial, de que Brasil no llegará ni a octavos, de que la canarinha tuvo que haber goleado a una selección tan inferior como Corea del Norte o de que Alemania se coronará campeona del mundo. ¿Por qué, por el simple hecho de haberle metido cuatro a Australia? Que sí, que su juego ha sido de lo mejor hasta ahora, pero, ¿de verdad alguien con un mínimo de conocimientos sería capaz de crucificar a la mejor selección de la historia tan a la ligera? Pues sí, esto ocurre y me ha sorprendido bastante. No se onfenda quien tenga la misma opinión y esté leyendo esto.

Hoy Brasil no hizo el partido de su vida y en la primera mitad Corea tuvo un mayor dominio de la pelota y del centro del campo, mientras que los brasileños se aproximaban con destellos de calidad propios de futbolistas como Maicon, Robinho o Luís Fabiano. Especialmente del segundo, que mostró que puede destacar este año en Sudáfrica y volver a reivindicarse en el fútbol mundial. Brasil supo en todo momento a quién tuvo enfrente aunque los norcoreanos quizá se mostraron con más posibilidades de lo esperado. ¿Para qué apretar, cuando se pueden dosificar energías a sabiendas de que han de medirse a rivales más fuertes como Portugal o Costa de Marfil? No se confíen, que si por casualidad nos cruzamos con ellos en octavos, no nos los comeremos, como piensan muchos. Ojalá fuese así y nos colásemos en cuartos habiéndonos quitado de encima a la pentacampeona del mundo.

Cabría destacar la actuación de Michel Bastos, que se mostró un lateral de lo más parecido a Roberto Carlos. Pudimos ver en él un fortísimo disparo a puerta y varias internadas por su banda izquierda. Maicon tampoco estuvo nada mal y además abrió la lata con un golazo. También, la pobre actuación de Kaka'.

Lo que ha sido hoy en el Mundial (16/06/09):


Grupo F  /  Nueva Zelanda 1 - 1 Eslovaquia
Grupo G  /  Costa de Marfil 0 - 0 Portugal
Grupo G  /  Brasil 2 - 1 Corea del Norte


Lo que será mañana en el Mundial (17/06/09):


Grupo H  /  Honduras - Chile  (13:30 h, Canal + Liga)
Grupo H  /  España - Suiza  (16:00 h, Telecinco y Canal + Liga)
Grupo A  /  Sudáfrica - Uruguay  (20:30 h, Canal + Liga)

El Mundial de Messi

Ser el mejor del mundo, el Balón de Oro, uno de los mayores artífices del Barça del sextete. Ésa es la gran presión de Leo Messi, que hoy le acompaña en su aventura por Sudáfrica de la mano del que dicen que es su antecesor, Diego Armando Maradona. Leo no pasó por un buen momento, como señala en unas declaraciones después de su debut en el Mundial, cuando Argentina por poco se queda fuera de la cita. La fase de grupos se complicó más de lo esperado pero terminó por superarse y las críticas hacia la pulga por sus discretísimas actuaciones con la albiceleste llegaban una tras otra. Con el Barça muy bien, pero Leo no tiene huevos con Argentina, decían. Él quería, necesitaba reivindicarse. Mostrarle a todo un país quién es el mejor, quién es capaz de echarse el equipo a la espalda y convertirse en él y diez más con su selección, como antaño lo hiciese el ya mencionado entrenador, Diego Maradona.

Hace un par de días Messi saltó al terreno de juego del Ellis Park Stadium de Johannesburgo y miró a las gradas. Se fijó en las miradas de los miles espectadores que lo observaban expectantes. Él era la estrella y no podía defraudar. Ni al mundo, ni sobre todo a sus aficionados. Argentina depende de Messi y él lo sabe. Cuando las cosas le salen bien, todo va sobre ruedas. Si él se atasca, se gripa el motor albiceleste. Heinze le puso el partido de cara con un gol tempranero y él quiso enseñar que puede ser igual o mejor que en el Nou Camp. Que puede ser Dios allá donde vaya y que nadie podrá detenerle. Solo el portero nigeriano Vincent Enyeama supo frenarle con una clamorosa actuación. Se gustó, disfrutó, fue su partido. Su debut en el Mundial no pudo empezar mejor -solo le faltó el gol- y eso, además de motivarle, le tranquiliza. Leo sabe que puede conseguirlo todo, que tiene el mundo a sus pies. Ahora sólo le falta coronarse con su selección a nivel mundial en su Mundial, en el Mundial de Messi.

El Mundial (14/06/2010)

Grupo D / Holanda - Dinamarca (En juego, 13:30 h. - Canal + Liga)

Grupo D / Japón - Camerún (16:00 h. - Canal + Liga)

Grupo E / Italia - Paraguay (20:30 h. - Cuatro y Canal + Liga)

A recoger el testigo del Barça

Esta noche se verán las caras en el Santiago Bernabéu los dos equipos que mejor han sabido jugar la Champions -que no jugar bonito, en el caso del Inter-, los neroazurros de Mourinho y los bávaros de Van Gaal. Será un partido a priori de poco interés en España, ya que, a priori también, se lo disputan dos equipos totalmente insignificantes aquí. Sin embargo, por paradojas del destino, la bola rodará en Madrid y, una vez más, por paradojas del destino, el que esta noche salga vencedor de la batalla conseguirá el triplete con Liga, Copa y Champions, y además, optará a repetir el la gesta de Guardiola y los suyos de la pasada campaña. Está claro que no será lo mismo, ya que los blaugranas fueron pioneros en lograrlo, pero el morbo de demostrar que no sólo el Barça está a la altura de realizar semejante azaña está en el aire.

Puede que éste sea el último encuentro de Mourinho como míster interista, y está claro que querrá despedirse dejando al Inter en el Olimpo. Van Gaal, por su parte, tendrá la difícil tarea de vencer tácticamente al que fuera su segundo en el Barça cuando Xavi y Puyol eran simples debutantes sin más nada que el sueño de llegar a ser lo que hoy son. Sin más tiempo para hablar de todo esto, pues tengo que irme a estudiar -malditos exámenes finales-, me despido hasta la noche, cuando sabremos por fín quién es el nuevo rey de Europa... y tal vez del fútbol  mundial.

20:45 h. Inter de Milán - Bayern de Múnich - Estadio Santiago Bernabéu

GRACIAS

Finalmente no pudo ser. Me fallaron quienes menos pensaba: el Xerez... ¡y el Madrid! Es increíble que los merengues no fueran capaces de vencer en La Rosaleda. Lo del Xerez fue pura mala suerte, el portero suplente Roberto, sinceramente, hizo el partido de su vida. Aunque sí me alegro mucho por la profesionalidad del Valencia que colaboró con su victoria ante el Tenerife, aunque fuese con un gol sobre la vocina. El Xerez desciende a segunda pero lo hace con la cabeza bien alta. Un equipo que consiguió ocho puntos en la primera vuelta lo tenía demasiado utópico, a pesar de los veintiseis de la segunda. Son demasiados milagros -recuerden la salvación de 2ºB de 2008 y el ascenso del año pasado, aunque este último más que milagro fue una gesta- seguidos y estoy seguro que volveremos. Para ello, lo primero sería que se quedase Gorosito. La verdad no sé si el argentino ha tenido suerte o esque de verdad es tan bueno de entrenador como lo era de futbolista. Sea como fuere, habrá que dar continuidad a lo que funciona bien, ¿no?

Y ahora, me gustaría dar las gracias, aunque ninguno de los ahora nombrados leerán nunca esto:

- A Gorosito, por apostar siempre por el ataque, aunque a veces el plan no saliese del todo bien.
- A la afición de verdad, no a los que fueron solo a ver los partidos del Madrid y del Barça, por ocupar sus asientos cada dos domingos.
- A Mario Bermejo, por dejarse la piel en cada lance de cada partido, y por sus doce goles, claro.
- A Víctor Sánchez, que ha demostrado sus ganas de triunfar en el fútbol y siempre lo dio todo.
- A Míchel, porque aunque le cueste por su envergadura, ha hecho goles importantísimos y ha corrido lo que otros quisieran.
- A Esteban Vigo, porque nos salvó dos veces y consiguió lo que nadie había conseguido.
- A todo el equipo, por alargar este sueño.

Y recordar por qué quiero a este equipo:

- Porque solo quiero que llegue agosto, para verte jugar de nuevo, aunque sea en segunda división.
- Porque en Jerez nunca perdemos la alegría.
- Porque aunque eres insignificante para muchos, para mí eres lo más grande.
- Porque me dolió que Micu se riese de nuestra situación.
- Porque el martes de Feria me metí en una caseta en la que daban el partido con el Valencia.
- Porque el sábado de Feria me fui a Chapín a las ocho y media y volví alas once y cuarto para ver el partido con el Zaragoza.
- Porque el año que viene volveré a disfrutar del derbi Xerez - Cádiz.
- Porque sueño con repetir el ascenso a primera.
- Porque sé que Joaquín Morales es el principal culpable de la situación del club.
- Porque yo también creí en la salvación.
- Porque volveremos.
- Porque sí.

El último paso ¡SUEÑA!

¡VAMOS, XEREZ!

Y el Atleti fue campeón

Se consiguió, cuarenta y ocho años después. Hubo que esperar casi medio siglo para cantar el alirón en el viejo continente. El Atlético de Madrid es campeón de Europa, que no de la Champions. Enfrente, un Fulham que, la verdad, no sé qué pintaba en una final Europea -y que tampoco sé cómo elimino al anfitrión Hamburgo, pues no vi el partido- y que ayer se mostró el rival más débil. Aún así le costó vencer a este Atlético que es capaz de comerse al Liverpool en la ida de las semifinales y de mostrarse aparentemente pasivo y desmotivado en una final que, a mi juicio, podían haberse llevado por goleada como hiciera el Sevilla ante el Middlesbrough en 2006.

El partido fue infumable en la mayoría absoluta de los minutos. Imprecisiones por parte de ambos conjuntos y juego pegajoso y extremadamente lento. Sería una tontería hablar del encuentro en sí, pues cualquiera que esté leyendo esta entrada es amante del fútbol, y cualquier amante del fútbol vio ayer la final. Por eso no lo hago. El Atlético es campeón, recalco, y ahora solo queda celebrar, disfrutar y darle las gracias a unos jugadores que se lo han merecido. Eso sí, cuidado con la euforia desmedida, que dentro de una semana viene el Sevilla, que no es moco de pavo, y si los colchoneros completan un partido como el de ayer, es muy posible que el sueño del doblete se quede en eso, en un simple sueño.

A todo esto, si el Xerez gana el domingo, caen el Valladolid y el Málaga -por primera vez quiero que el Barça gane la Liga, le conviene a mi equipo de verdad- y el Valencia nos hace el favor -aunque no se juegue nada- de doblegar al Tenerife, es cuando me puedo morir tranquilo. Si el Xerez se salva, lloraré de alegría. Si desciende, lloraré de tristeza. Voy a ir comprando clínex para el domingo.

No apto para cardiacos (Xerez 2-1 Almería)

Una semana más. El sueño de la salvación sigue en pie en la ciudad jerezana. Coincidiendo con el mundial de motociclismo y la Feria del Caballo, el Xerez se impuso ayer al Almería por 2-1 en un partido de infarto. El Almería pudo haber goleado gracias a sus contras, pero no supo aprovecharlo y fue Bermejo el que sí aprovechó un centro al área en el último segundo para dar la victoria a los azulinos. No dio tiempo ni a sacar de centro. Una vez más, los árbitros nos perjudicaron con sus incomprensibles decisiones. Sí que el gol de Bermejo pudo ser en fuera de juego, pero como dijo Gorosito, no pasa nada si nos regalan una, teniendo en cuenta las mil que nos quitan. Las gradas se rebelaron contra Ayza Gámez y empezó a sonar el ya conocido cántico en Chapín "qué facil es pitarle al Xerez". Sin embargo, esta vez no sirvió para que nos quedásemos sin los tres puntos. Gorosito ha dado con la tecla de este equipo, cada día me da más rabia saber que si hubiese estado desde un principio, otro gallo cantaría.

La afición se comportó como nunca y se crecía aún más cada vez que el Almería erraba una de sus mortíferas contras, especialmente una que estrellaron en el poste en boca de gol casi al final. Fue en el tiempo añadido cuando oí decir a un seguidor que se sienta a mi lado: "¡venga, que ahora vamos a marcar!". Por azares del destino se cumplió su profecía y fue cuando Chapín se caía. Parecía que ya nos habíamos salvado, que ya estaba todo hecho. Y no fue para menos. Hacía tiempo que no se vivía algo parecido en Jerez -lo último que recuerdo es el 2-1 al Cádiz en la 07/08, cuando empataron ellos a falta de pocos minutos y pusimos el 2-1 en el tiempo extra-.

Por otra parte, lamentable la actuación de Antoñito. Supuestamente entró de revulsivo por Jesús Mendoza -Gorosito fue a por todas- en el ecuador de la segunda mitad y lo único que hizo fue vagar, arrastrarse, pulular por el campo. Encima, ejerciendo de capitán. Una vergüenza para un hombre que cobra unos cincuenta millones de pesetas anuales.

Mala suerte que este martes tengamos que vencer en Mestalla si queremos seguir soñando. Difícil, pero no imposible.

Ésta vez, los de Marca si acertaron en la puntuación al árbitro. Yo me alegro.

29/4/10: El día que fui del Atleti

Siempre simpaticé con este equipo a pesar de mi madridismo, no sé por qué. Ayer, no fue simpatización, fue tener el corazón en un puño desde que Benayoun marcó el segundo hasta que el árbitro señaló el final del encuentro. Forlán fue el afortunado, hizo el gol del pase y el Atleti puede cerrar la temporada con un doblete histórico. El 12 de Mayo, -casi- toda España estará del lado de los colchoneros en la final de Hamburgo. Enhorabuena a los atléticos de verdad.

Gana el Inter, pierde el fútbol

Hubo épica, pero no remontada. El golazo de Piqué no sirvió de nada y Mourinho, su libreta, su Inter y su antifútbol se impusieron en la eliminatoria, que no en el partido, y disputarán la final del 22 de Mayo en el Bernabéu. Se verá las caras con el Bayern de Múnich, el equipo que sí ha pasado la eliminatoria de semis haciéndolo bien, que dejó fuera al United en semifinales y que para mí sería el justo vencedor de esta edición de la Champions League. Morboso duelo Van Gaal - Mourinho el de dentro de un mes.

El partido se puede resumir diciendo que el dominio total y absoluto -que viene a ser lo mismo- de los culés no sirvió para hacer morder el polvo al técnico interista, que tuvo que recomponer su equipo cuando a la media hora se quedaba con diez por la imcomprensible expulsión de Thiago Motta, que para colmo después cogió por la nuca a Busquest cual adolescente que acosa a otro en el instituto. Sin embargo, a pesar de la inutilidad del Inter en ataque -simplemente no existió-, el Barça no llegaba con ocasiones del todo claras y el reloj corría en su contra. Piqué puso el 1-0 en el 83' y ya se olía una remontada histórica. A pesar de ello, los blaugranas no fueron capaces de fabricar el tanto que les llevaba directamente a Madrid. Bueno, capaces sí que fueron, pero el colegiado se encargó de que no subiera al marcador. Personalmente pienso que no existe la mano que le señala a Touré Yaya. En una primera instancia si que me pareció, pero al verlo repetido me di cuenta de que ese gol debía haber subido al marcador. Bojan tuvo esa y una de cabeza, es decir, las dos más claras de los locales, pero todo fue en vano... el sueño de logar la cuarta en territorio merengue se ha diluído al ritmo de una barrera defensiva casi infranqueable con Maicon, Samuel, Lucio y  Zanetti.

De esta forma tan injusta se quedó el Barça fuera de la final. Mourinho decidió plantear un partido lo más lento y bronco posible y, aunque el Barça no entró en su juego, lo consiguió. Así, poco a poco fueron consumiéndose los minutos y no hubo vuelta atrás. La polémica, el gol anulado a Bojan. Una verdadera lástima porque fue el conjunto de Guardiola el que mereció pasar al último encuentro de la competición, el que todos quieren disputar. El Inter tendrá la posibilidad de conquistar Europa cuarenta y cinco años después. Espero que no sea así y lo consigan los bávaros, por el bien del fútbol.

Y mañana, partidazo en Anfield. El sueño colchonero puede convertirse en realidad. ¡Vamos, Atleti!

El protagonismo de Iturralde

Apartando a un lado el tema del clásico, del que en todos los lugares de España se habla en estos momentos y en el que, personalmente, pienso que la superioridad del Barça no ha sido tal como para un contundente 0-2 pero sí que ha sido la de Messi sobre Cristiano Ronaldo -el Barça tendría que pinchar al menos dos veces y el Madrid ganarlo todo para que los blancos fuesen campeones-, me centro en lo que fue el encuentro Xerez - Getafe que presencié en Chapín antes del derbi de los derbis.

El Xerez tenía la oportunidad de escalar posiciones y seguir soñando con un objetivo que hasta la llegada de Néstor Gorosito se había antojado utópico: la permanencia. Hoy, sin duda alguna, en la primera mitad fácilmente los azulinos podían haberse puesto con un claro 2 o 3-0 en el marcador. Las paradas del meta getafense y la falta de acierto de los locales se unieron para llegar al descanso con tablas. En la segunda mitad, en una de las escasísimas ocasiones azulonas el balón entró y el Xerez sintió como un jarro de agua fría le caía lentamente desde la cabeza hasta los pies.

La cosa terminó en derrota. El Getafe se mantuvo de pie en la segunda mitad hasta la expulsión de Pedro León. A partir de ahí el Xerez siguió apretando, pero no consiguió encontrar el camino hacia el gol. Pero, dejando a un lado lo que fue el partido, quería centrarme en el juez de la contienda. Ese árbitro que no duerme si no es protagonista, al que le encanta escuchar como todo un estadio le increpa, se acuerda de toda su familia, ya esté viva o muerta y al que le complace más que nada hacer algo por lo que al día siguiente se va a hable de él. Hoy ha podido pitar más de un penalti a favor del Xerez, pero ya no sólo eso, sino pequeños detalles como la ley de la ventaja catastróficamente aplicada curiosamente siempre en contra del Xerez, faltas inexistentes que sólo él vé -gol del Getafe, que viene precedido de una infracción solo visible en su imaginación-, fueras de juego que los líneas ven cuando les apetece... y un largo etcétera. Hoy, sinceramente, estoy indignado. Entre Morales, Ziganda y los árbitros, tiene mérito que no hayamos descendido hace diez jornadas. Fuera los árbitros protagonistas. Hemos tenido que soportarlos durante todo el año y hoy ha sido inaguantable. Después se pide que se respete a los árbitros. Así no se puede. Es denigrante.

Lo mejor, que en Marca no saben ni qué árbitro ha pitado el encuentro. Para colmo, le da una puntuación de 7/10...

El Atleti ganó la batalla (Atlético 0-0 Valencia)

Los partidos de ida y de vuelta de esta eliminatoria de la ahora Europa League han sido completamente el blanco y el negro, el ying y el yang. Si en la ida hubo un sinfín de ocasiones por parte de ambos bandos y emoción durante todo el encuentro, en este las oportunidades se reservaron para los últimos ocho- diez minutos, exceptuando dos de Diego Forlán y una de Ujfaljusi. Zigic estuvo a punto de hacer uno de cabeza, David Navarro otro y quizás el árbitro se comió un penalti al delantero serbio por un agarrón en el área que terminó por agujerearle notablemente su camiseta. Emoción sí que hubo, pero al final. Partido monótono donde los haya, donde se pudo observar el miedo de ambos conjuntos a recibir un gol. El Atlético jugó un poco con el factor campo, con el calor de su afición y consiguió el pase a semifinales, unas semifinales en las que no podrá contar con el Kun en la ida, ya que estaba apercibido y ha visto una amarilla por perder tiempo al ser sustituido -incomprensible, la verdad-. Polémica antes del pitido final con ese posible penalti a Zigic y las pérdidas de tiempo de los rojiblancos. Vicente recordó a ese extremo izquierdo que podía considerarse el mejor de España con grandes centros desde el ala izquierda buscando siempre a los 2,02 metros de Nicola Zigic. Al final, el fútbol se puso por una vez del lado de los colchoneros que siguen siendo el único equipo español que sigue vivo en tres competiciones y que tiene un único sueño: el doblete. El Liverpool espera en semis, que ha vencido al Benfica por 4-1 con dos tantos del Niño Torres, semis en las que el mismo Fernando Torres volverá a la que fue su casa desde alevines.

Unai terminó perdiendo los nervios tras el claro agarrón a Zigic y fue expulsado. El Atlético de Madrid vuelve a unas semifinales europeas. La última oportunidad que se recuerda fue la eliminación en cuartos con el Ajax en la Champions League del 97.

Vendetta (Manchester United 3-2 Bayern de Munich)

Es la palabra. Hoy el Bayern de Múnich se vengó de la maldita final de 1999, aquella final en el Camp Nou que le enfrentó al Manchester y en la que vio convertirse a la gloria en el suplicio, el desasosiego, la amargura y la aflicción en un abrir y cerrar de ojos. Hasta entonces no se recordaba un equipo que había recibido dos goles en el tiempo añadido en la final de la Champions y que para colmo esos goles se la quitaban de las manos. Hoy la historia era diferente. Los alemanes tenían la engañosa ventaja del 2-1 conseguido en el Allianz Arena y el United, a pesar del adverso resultado, parecía favorito por tener esos noventa minutos de la vuelta en Old Trafford. Y bien prontito empezaron a despertar los diablos con un gol que dejó bien clara la mediocridad del guardameta Butt. También el segundo, y el tercero. Todo parecía solucionado, pero Olic aprovechó un error de Carrick y abrió la lata muniquesa. Para colmo el United se quedaba con diez por la expulsión de Rafael que estaba haciendo un gran encuentro, y Rooney comienza a resentirse de su lesión. Malos augurios que se confirmaron con un zurdazo de Robben a falta de un cuarto de hora para el final. Inconmensurable la volea a la salida de un córner por parte de Ribéry. Qué futbolistas... y pensar que el Madrid dejó ir al primero para traerse a Benzema... ay, dios.

El United se las prometía felices con sus tres goles y mostró una superioridad aplastante en la primera mitad, en la que el Bayern no se pudo ver en el campo, pero las fuerzas fueron agotándose y la inesperada expulsión de Rafael, la esperada retirada de Rooney y el remate demoledor de Robben dejaron fuera de las semis a los mancunianos que no esperaban ser apeados tan pronto de la competición. La constancia alemana dio su fruto y vuelven a disputar las semifinales de la Champions. Ahora, exámen de conciencia para un United que de forma incomprensible se echó atrás con el primer gol del rival y la expulsión. El gol que daba el pase a los alemanes era cuestión de tiempo por la cantidad de llegadas peligrosas al área local sobre todo por parte del EX MADRIDISTA -me martiriza pensarlo- Robben. El recurso de Nani en el segundo gol del encuentro acabó convirtiéndose en un mero detalle de un partido en el que vencieron los ingleses, pero donde el Bayern comenzó a cicatrizar la herida que once años atrás abrieron Sheringham y Solskjaer en apenas cien segundos. Se medirán al Lyon -que por primera vez en su historia pasa de cuartos- en semis y si lo hacen como hoy, llegarán a la final sin problemas y tendrán la posibilidad de coronarse campeones de Europa nueve años después.

UNA AUTÉNTICA LOCURA (Barça 4-1 Arsenal)

Es una necedad hablar del tema, pues cualquier persona con ojos es consciente de lo que ocurre, pero tengo que hacerlo. Me obliga mi amor por lo bueno, concretamente por el fútbol, y más si éste es bueno, valga la redundancia. Nunca vi  nada igual. Sólo tengo la curiosidad de saber qué pensaba Arsene Wenger cuando, mientras su equipo jugaba un muy buen partido -sobre todo en la primera mitad- en el Nou Camp, Messi le destrozaba todos sus planes al ritmo de goles antológicos. Un zurdazo imparable, una definición perfecta a una magnífica jugada colectiva, un robo de balón y una vaselina de ensueño y una auténtica burla a los defensores gunners que acabó en el cuarto. Eso es lo que ha hecho Messi, aparte de echarse a su equipo a las espaldas de una manera brutal. Es lo mejor que he visto nunca, y eso que pensaba que no vería nada superior a Zidane y Ronaldinho. No puede ser una persona. Es el rey. Sigue reventando récords y le espera la mejor carrera futbolística jamás vivida. Es una locura, lo que cualquier niño desearía ser. Los sueños que todos ellos dibujan en las calles o en un descampado se hacen realidad en una única persona. El mundo se rinde a lo que hoy día es una evidencia. Messi es el mejor, le pese a quien le pese. Ahora al Barça sólo le queda rematar la faena, ganar tres partidos y coronarse campeón en el Bernabéu. La que se puede liar es pequeña. Mi más sincera enhorabuena a todos los seguidores de este monstruo llamado Fútbol Club Barcelona.

Así, el Barça ya espera a un Inter al que tiene tomada la medida esta temporada... y la vuelta en casa, una vez más.

A Gorosito va a faltarle tiempo

El Xerez lleva tres jornadas sin conocer la derrota y eso ya es noticia en Chapín. Tres puntos ante el Tenerife -rival directo-, uno ante el Sevilla y otros tres, los de hoy, frente al Valladolid de Onésimo -otro rival directo-. A lo mejor Gorosito tiene una flor en el culo y los catorce puntos -cuatro victorias y dos empates- que ha conseguido, los ha logrado por pura suerte. Sea como fuere, este Xerez, imprevisible como él solo, se ha aferrado al sueño de la salvación, y aunque para lograrlo haya que vencer a todos los modestos que nos lleguen, tanto fuera como en casa -Sporting, Racing, Osasuna, Zaragoza, Getafe o Almería- y dejarse la piel en visitas como las del Camp Nou, Mestalla o el Vicente Calderón, mientras hay vida, hay esperanza, pues justificando este dicho con otro, la esperanza es lo último que se pierde.

Y aunque este Xerez igualmente te hace el peor partido de la historia que saca los tres puntos jugando de forma aceptable -no se puede pedir más-, ha empezado a sumar demasiado tarde, y es probable que a Néstor Gorosito lo que acabe faltándole, además de los puntos para lograr la permanencia, es el tiempo. Getafe, Racing, Almería y Zaragoza serán los cuatro últimos conjuntos que pisarán Chapín, encuentros que si se plantean bien, pueden acabar dando los tres puntos a los azulinos. La cosa esque son veintidós puntos los que tiene el Xerez, a siete de la salvación, algo que no parece lejano, pero habría que ganarlo todo, o casi todo y contar con alguna que otra derrota de los rivales directos.

A todo esto, lo ideal sería una tercera vuelta, creo que así podríamos salvarnos. Aunque, repitiendo lo dicho en el primer párrafo de este artículo, la esperaza es lo último que se pierde. Seguiré alentando hasta el último momento. Por cierto, el Valladolid, el que se ha podido ver hoy en Chapín, para echarlo. Pasotismo absoluto, desgana, como el que ya está salvado, como el que tiene todos los deberes hechos. No me imaginaba un encuentro con semejante facilidad.

Por arriba sigue la cosa apretada. Este Madrid no cede tregua y se ha llevado el derbi una vez más. No he visto el partido, pero por lo que he oído y leído, el partido se ha decantado por la casta merengue, aunque han tenido sus ocasiones. El clásico va a llegar más calentito que nunca. Lo más sorprendente, el penalti de Xabi Alonso. Y yo que me quejaba del de Keita a Perotti en el Sevilla - Xerez...a frase

"Hemos hecho el mejor partido de la Liga"

Néstor Gorosito,

Gioda se convirtió en el verdugo de Jiménez (Sevilla 1-1 Xerez)

Un Xerez paupérrimo, vagabundo, errante, avergonzante para nosotros, los aficionados, etcétera, por paradojas de la vida, terminó convirtiéndose ayer noche en quién dictó el veredicto final a Manolo Jiménez. Un equipo que a mitad de pretemporada contaba con once futbolistas y que el año que viene solo tendrá en propiedad a un par de ellos terminó por acabar con la paciencia de los aficionados y del sevillismo en general. Lo del Sevilla ayer, en su casa, fue para haberse marchado del Pizjuán a mitad de partido. Uno de los peores partidos que he visto en mucho tiempo -y eso que voy a ver el Xerez cada dos domingos a Chapín-. Para colmo, la suerte le da la espalda en mitad de esta espesa tormenta en forma de lesiones. Las de Perotti -unas cinco a siete semanas de baja- y Zokora -dos semanas- concretamente.

Sería una idiotez hablar de lo que fue el encuentro. Un Xerez que no daba tres toques y un Sevilla que, en su mejor momento, podía haber conseguido una abultadísima victoria sin hacer demasiado esfuerzo. Pero la incompetencia mostrada por los hispalenses últimamente no parece desvanecerse fácilmente y tuvieron que esperar a que Sidi Keita arroyara a Adriano en el área -hay que ser tarugo para hacer semejante penalti- para que Kanouté pusiese por delante a los suyos. Se las prometía felices Jiménez que, a pesar de su lamentable imagen, estaba consiguiendo sacar los tres puntos ante su afición. Pero, como ya he apuntado, por caprichos del destino, en la prolongación Leandro Gioda tuvo el santo de cara después de un saque de banda xerecista, del cual le cayó el rebote en la frontal y logró colocar las tablas. Entonces la afición, que ya había silbado a su equipo durante la contienda, explotó y Jiménez no tuvo otra que marcharse cabizbajo.

Parece que el fútbol se ha cebado con él, cuando fue quién tuvo las narices de entrenar a un Sevilla en el que Juande Ramos había dejado el listón por las nubes. Las cosas dejaron de ir tan bien y ahora, como siempre ocurre en estos casos, el entrenador ha pagado el pato. En Sevilla no quieren imaginarse quedar fuera de Champions -ahora incluso peligra Europa- y mucho menos hacer que el Atleti se corone campeón de Copa. Por ello, Jiménez dice adiós dejándome, al menos a mí, un gran recuerdo como entrenador. Así es este deporte y en el club de Nervión no podían permitirse un descenso de posiciones continuado en las próximas jornadas. Parece que el señor que hizo campeón de Europa a la Roja será su heredero. Suerte para Luís.

Una vez más, espectacular la afición del Xerez, que acompaña al equipo allá donde va, concretamente el Kolectivo Sur.

¡¡GENIO!! (Zaragoza 2-4 Barça)

Realmente no sé qué decir. No sé como se puede definir a este hombre. Es anonadante. Es magia, tiene que ser un mago que ha venido al mundo en forma de jugador de fútbol. No, no vi el partido. No sé como jugó el Barça, ni si Messi le solucionó el partido o hubiesen ganado también sin él. Tampoco ví nunca a Maradona -nací en el 94-, por lo que no puedo compararlo con él ni decir quién es mejor. Para mí, de los que he visto, con permiso de mi idolatrado Zidane, es el mejor futbolista que ha existido. Hace tiempo -léase 18 de abril de 2007, día de mi cumpleaños- calcó el gol de Maradona a los ingleses contra el Getafe y empezaron las comparaciones. Dos meses después repitió el que Maradona le hizo también a los ingleses en el mismo partido, más conocido como La mano de Dios, en un partido con el Espanyol, el mismo en el que Tamudo le quitó la Liga al Barça y se la dio al Madrid. Ayer, olvidando eso, hizo coincidir en las declaraciones pos-partido -algo que no suele ocurrir- a todos los jugadores, tanto del Barça como del Zaragoza, y a cualquiera que le preguntasen. Si a Diego le gritaban ¡genio!, yo se lo grito a Messi. Es el único calificativo existente que puede definirlo un poco. Habría que inventar uno nuevo para poder referirse a él. Sólo el detalle del quiebro a Jarošík en su segundo tanto merece ser nombrado con un adjetivo aún inexistente. No hay un talento superior al suyo. Todo esto, acompañado de una humildad impropias de su posición en el escalafón mundial. Messi emociona a cualquiera.

Gran gesto el de Leo al cederle el balón a Ibrahimovic para que lanzase el penalti, al que ayer no le salió nada según he visto. Clamoroso su fallo sin portero. Menos mal que metió el penalti, que si no...

Bonito gesto también el de Guardiola al mandar a callar a su propia afición cuando cantaba el "a segunda, oé" a la zaragocista.

La frase

"Messi es mejor que Maradona"

Pedro Rodríguez, futbolista del FC Barcelona